EL AYUNTAMIENTO DE LOGROÑO EVITA CAMBIAR LA DENOMINACIÓN FRANQUISTA DE ALGUNAS CALLES DE LA CAPITAL

Fecha: 15 Feb 2011

El secretario general de UGT de La Rioja interviene en el pleno municipal para exigir que se cumpla íntegramente en Logroño la Ley de la Memoria Histórica

El pleno del Ayuntamiento de Logroño ha aprobado por unanimidad  una Declaración Institucional que, entre otras medidas, incluye el nombramiento del 2011 como 'Año de la Memoria de las Víctimas logroñesas del golpe de estado de 1936, la Guerra Civil y la dictadura de Franco'. La Declaración incluye otras iniciativas como la revocación de acuerdos de concesión de las medallas de oro de la ciudad, o restaurar el mural que realizaron en 1937 los presos políticos del campo de concentración de la Plaza de Toros, emplazarlo en el Museo de la Ciudad y realizar una réplica del mismo para instalarlo en la Plaza Martínez Flamarique.

Sin embargo, esta Declaración no es suficiente para los grupos y organizaciones que vienen trabajando desde hace años en el desarrollo e impulso de la Memoria Histórica. Y es que el pleno municipal ha evitado ejecutar uno de los aspectos más visibles de la Ley, concretamente el cambio de denominación franquista de algunas calles de la capital, tal y como concluía la comisión de trabajo creada como órgano consultivo del Ayuntamiento.

Así lo han expuesto en el pleno José Martín en representación de la Asociación 'La Barranca', Pedro Aceña de la Federación de Asociaciones de Vecinos, así como el secretario general de UGT de La Rioja, Javier Granda Loza.  A continuación, se adjunta la INTERVENCIÓN COMPLETA DEL SECRETARIO GENERAL DE UGT DE LA RIOJA EN EL PLENO MUNICIPAL DEL AYUNTAMIENTO DE LOGROÑO:

 

"Miembros del Concejo, señor alcalde:

Me dirijo a ustedes en nombre y representación de una organización con 123 años de historia, que ha transitado por España, La Rioja y Logroño con el orgullo de haber defendido, en ocasiones hasta las últimas consecuencias, la vida y los intereses de los trabajadores, la libertad y los valores democráticos. Y lo hago para manifestar nuestra opinión en relación con la propuesta de acuerdo que el Gobierno municipal presenta en el pleno, en torno al cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, aprobada por el Parlamento español hace ahora más de tres años.

Quiero que mis palabras se enmarquen dentro del espíritu de reconciliación, concordia y respeto al pluralismo y a la defensa pacífica de todas las ideas que guió la ‘transición española’.

He heredado la obligación y, sobre todo, el deber de defender el compromiso, el honor, las ideas e incluso la vida de los 3.200 afiliados con los que la UGT de La Rioja contaba en 1931, cuando se proclamó la II República. Afiliados que, posteriormente, por una feroz dictadura, fueron perseguidos, torturados, vejados y muchos de ellos asesinados y arrojados a las cunetas, solo por defender sus ideas.

Señor alcalde, creo, sinceramente, que el cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica en Logroño ha pillado a contrapié a su Equipo de Gobierno. Transcurridos dos largos años después de la entrada en vigor de la Ley, anunciaron la constitución de una comisión de estudio, una vez conocidas algunas posibles acciones civiles para que la Ley se aplicara en la ciudad. Cuatro meses después del anuncio, un grupo de ciudadanos anónimos, en una iniciativa sin precedentes, actúa cambiando el nombre de algunas calles de la ciudad ante la falta de iniciativa municipal. Y finalmente se constituye una comisión de trabajo que analiza, propone acciones, anula reconocimientos y plantea cambios en la denominación de calles de la ciudad, tal y como prevé la Ley.

Sin embargo, por lo que hemos podido conocer, la propuesta que el Gobierno trae al pleno municipal, a pesar de los avances, que valoramos altamente positivos, ha eliminado el acuerdo de la comisión de trabajo sobre el cambio en la denominación de distintas calles. Directamente prescinde de una de las partes más visibles de la aplicación de la Ley de la Memoria, la que en su Art. 15 establece “la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la guerra civil y de la represión de la dictadura”.

Como podrá entender, señor alcalde, no compartimos la mutilación de un acuerdo efectuado en un debate abierto y sincero y mucho menos utilizando como disculpa la actual situación de crisis. No se equivoque, esta Ley no puede parcelarse para cumplir únicamente lo que más nos conviene; y, en todo caso, su interpretación no les corresponde a ustedes.

 Este Ayuntamiento, y me dirijo a todos sus concejales, tiene la obligación de cumplir la Ley; no se olviden de que juraron o prometieron hacerla cumplir. Tienen que hacer visible el reconocimiento de las victimas y de sus familias, que hoy transitan por la ciudad en silencio, en ocasiones haciendo comentarios en voz baja, como si la irresponsabilidad que guió la dictadura pudiera de nuevo hacerse presente.

Ustedes conforman una corporación democrática, elegida por el pueblo soberano, que con toda legitimidad pueden y deben reparar a las victimas y a sus familiares. No es un empeño, es una necesidad de concordia, de cicatrización y cierre de viejas heridas que ustedes tienen la obligación de resolver.

Señores concejales: la pasada semana pude asistir con alguno de ustedes a un acto de reparación de víctimas y sus familias en la Delegación del Gobierno de La Rioja, en esta ocasión relacionado con el terrorismo. Creo que todos pudimos comprobar en los rostros de los distinguidos el dolor, pero a su vez la satisfacción por el reconocimiento, al comprobar que la sociedad y sus instituciones se ocupan de sus víctimas y también de ellos.

Por ello, quiero pedirles con humildad, pero con firmeza, que modifiquen la propuesta de resolución que hoy presenta el Gobierno. Quiero pedirles que, si es necesario, interrumpan este pleno para ampliar el sentido del acuerdo y por unanimidad resuelvan este asunto que lleva ya muchos años en la memoria individual de cientos de vecinos de Logroño, que necesitan que esa memoria se haga colectiva, que sus silencios y sus susurros sean amplificados por decisiones de este pleno municipal.

Se lo pido en nombre de aquellos 3.200 afiliados de la UGT, muchos de ellos enterrados en La Barranca y otros por descubrir en las cunetas. Se lo pido en nombre de los más de 15.000 afiliados que, con distintas ideologías, trabajan en el seno de nuestra Organización para defender los intereses de los trabajadores, para que la democracia laboral se haga más presente en las empresas y en los centros de trabajo.

Creo, sinceramente, que la Organización o institución que no ejerza esta noble tarea, no sólo está condenada al fracaso, sino también al olvido y a perder la cercanía, el contacto y la sensibilidad que un ayuntamiento debe tener sobre los problemas de sus vecinos.

Gracias por su atención a nuestros planteamientos; los consideramos de justicia, de madurez democrática y de concordia municipal".  

Fuente: UGT