UGT denuncia el abandono de los trabajadores de los servicios sociosanitarios dependientes del Gobierno y exige que se hagan test a trabajadores y a usuarios

Fecha: 02 Abr 2020

La Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos de UGT (FeSP-UGT) de La Rioja está recibiendo denuncias por parte de los trabajadores del Centro de Atención para personas con Discapacidad Psíquica Santa Lucía de Fuenmayor, de la Residencia de Personas Mayores del Espíritu Santo de Calahorra y de la Residencia de Personas Mayores de Lardero, todos ellos centros dependientes de la Consejería de Servicios Sociales y al a Ciudadanía. El motivo de dichas denuncias es la falta de información y el abandono al que están sometidos sus empleados, tanto por parte de los responsables los centros como por parte de la propia Consejería,  especialmente del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales (SPRL) de la Comunidad Autónoma de La Rioja.

UGT ha demandado al SPRL que traslade al sindicato toda la información referida a las personas que están trabajando y a la exposición que tienen durante su trabajo a personas con COVID-19. El sindicato también ha exigido que las correspondientes instrucciones deben estar a la vista en los centros de trabajo, reflejando los procedimientos a seguir en el caso de un accidente. El sindicato también preguntado acerca de la información que reciben los trabajadores sobre casos confirmados, por ejemplo en el CAPDP de Fuenmayor. La única respuesta recibida es que un técnico ha ido a visitar dicho centro.  

Esta falta de transparencia es la que de manera continuada están sufriendo los trabajadores. Cuando solicitan formación relacionada con los riesgos a los que se enfrentan, la reciben de manera  apresurada y sesgada. Solo el Centro de Personas Mayores de Calahorra ha contado desde el principio con la equipación suficiente para hacer frente a esta crisis de salud, mientras que los demás centros han carecido de los materiales más básicos de protección. ¿A qué se debe esta discriminación?

La organización está brillando por su ausencia y, como consecuencia, cada día aumenta el número de trabajadores de baja por posible infección, además del numero usuarios encerrados en sus habitaciones a la espera de que alguien se digne a verificar si tienen coronavirus.

En el caso de la Residencia de Mayores Espíritu Santo de Calahorra, por fin se han desplazado para hacerles test a las personas sospechosas de estar infectadas, pero hasta hace muy poco, desde Rioja Salud les comunicaban que hasta que no hubiera 10 posibles infectados entre los residentes, no se desplazarían a hacerles ningún tipo de pruebas.

En cuanto a la la Residencia de Personas Mayores de Lardero, no se les está realizando pruebas. Los trabajadores no saben quién está o no infectado. Además, se cambian en las mismas dependencias y a la vez, ya que ni siquiera se han establecido turnos para ello y ante las protestas, las soluciones propuestas por el centro es que se vayan al mortuorio a cambiarse.

En esta residencia ya hay 18 trabajadores de baja entre auxiliares de enfermería, enfermeros y médicos, además de 3 subalternos y 23 casos de residentes con positivos confirmados sobre una población de 150. Todos ellos en un centro obsoleto sin los recursos técnicos para afrontar esta situación. Quizá cabría plantearse de una vez el traslado a unas instalaciones más adecuadas, como el Hospital de La Rioja.

UGT solicita que se envíen cuanto antes equipos de protección a estos centros de trabajo y se garantice la seguridad de todos los empleados y los usuarios. Además, el sindicato exige que se realicen inmediatamente test de diagnóstico rápido a todos los trabajadores y residentes. Esto permitiría tomar las medidas de protección pertinentes con la inmediatez que la situación exige, para evitar que se extienda más el virus y no tener que ver en dependencias del Gobierno de La Rioja lo que está sucediendo en otros territorios.

Por último, FeSP-UGT de La Rioja quiere poner en valor la labor que está realizando todo este personal, tanto sanitario como no sanitario, que está soportando esta desorganización con una profesionalidad que no se corresponde con los responsables de los que dependen.                         

Fuente: UGT